sábado, 14 de mayo de 2011

¿Conformismo?

Me voy ya nena, recuerda que hay que llevar al perro a vacunar.
- Buenos días ¡Un buenos días por lo menos! Vale, ya lo haré yo, como todo últimamente. ¿No me das un beso?
- Ya no vuelvo, que voy tarde, nos vemos esta noche.
-¡Julio! –Grito Alicia- ¿Hoy no vienes a comer? Pero ya no obtuve respuesta.
Alicia se abrazó a la almohada, no pude resistir sus ganas de llorar. Le asustaba pensar que su relación ya no era la misma que hacía unos años, cuando ella y Julio se habían ido a vivir juntos, entonces todo eran risas, pasión, confianza y mucha comunicación.
Recordó cuando dormían abrazados y ella se estremecía al sentir cerca su aliento. Cuando hacían el amor a veces de forma dulce, a veces de forma lujuriosa y siempre era maravilloso. Cuando superaban problemas dándole siempre un toque de humor...
Y se preguntaba si eran más felices ahora por tener una casa más grande, coches buenos, poder permitirse algunos lujos… y se dio cuenta de que no, y de que las energías que habían gastado en conseguir todo aquello, se las habían restado a mimar su relación, a compartir sus ratos libres,  a ser tan felices como cuando no tenían tanto y vivían de forma más humilde, pero indudablemente más plena.
Alicia notó de repente un gran peso encima de ella,  era el perro, que le hizo salir de su letargo. Tenía que sacarlo a la calle y darle de comer si no quería que se enfadase y le diese por morder todo lo que encontrase a su paso.
Decidió que quizás debería sentarse tranquilamente con Julio y hablar de esta situación, siempre pensó que ella no permitiría que  su relación se volviese monótona y tediosa, y tristemente le había pasado, así que esa noche lo haría. O le daban una solución o se acabó.
- ¡Hola cariño! –dijo Julio al entrar al piso. Fue hacia ella y le dio un dulce y suave beso.
Estoy cansado, no veas que montón de trabajo,  apenas tuve tiempo de comer, voy a cerrar un negocio que nos dará bastante dinero. Y he pensado que podríamos encender la chimenea y tomar algo de vino, nos relajamos y te lo cuento.
Ella sorprendida porque hacía tiempo que no compartía un momento tranquilo con él, debido a sus ajetreadas vidas, pensó, "bueno, tampoco nos va tan mal, me quiere, y me lo demuestra a veces. No creo que tenga que ser tan exigente, pobre, él trabaja tanto, debería prestarle más atención". 
Después de esta reflexión, se dio cuenta de que eso era conformismo puro y duro. Y de que no era capaz de enfrentar su realidad, estaba prefiriendo su seguridad y su estabilidad económica a tener una relación que realmente la  llenara.
Estaba empezando a volver  a sentirse extraña, como por la mañana, así que pensó, "bueno, creo que esto se llama conformismo, pero solo por hoy, de mañana no pasa que lo hablemos, hoy voy a decir lo que dijo Scarlett -Hoy estoy muy cansada de pensar, ya mañana lo pensaré-".
- Julio cariño, ponte con la chimenea que voy a por el vino y las copas...

sábado, 7 de mayo de 2011

Morir o matar. (El manifiesto desastre)




Te sentaste justo al borde del sofá
como si algo allí te fuera a morder.
Dijiste: "Hay cosas que tenemos que aprender,
yo a mentir y tú a decirme la verdad,
yo a ser fuerte y tú a mostrar debilidad,
tú a morir y yo a matar."

Y después se hizo el silencio y el silencio fue a parar
a una especie de pesada y repartida soledad,
y la soledad dio paso a un terror que hacia el final
nos mostró un mundo del que ninguno quisimos hablar.

Y así eran nuestras noches y así era nuestro amor,
comenzaba en el silencio, continuaba en el terror,
y otra vez de allí al silencio. Dime, ¿para qué hablar
de lo que pudo haber sido y de lo que jamás será,
tratando de adivinar qué fue eso que hicimos tan mal?,
si, en fin, se trata de morir o de matar.

Así que, si aún andas por aquí,
y alguien vuelve a prometerte amor,
con dinero, encanto y alguna canción,
por favor, prepárate para huir.
Vete lejos y limítate a observar
esta escena tan vulgar.

Conoció a unas cien mujeres y a cincuenta enamoró,
conoció a otros tantos hombres y con tantos se acostó,
y fundió todo el dinero y la gente se cansó
de escuchar noche tras noche la misma triste canción.

Y ahora ve que el universo es un lugar vacío y cruel,
cuando no hay nada mayor que su necesidad en él.
Y encendiendo un cigarrillo se comienza a torturar
y habrá cerca alguien gritándole "hágase tu voluntad"
y el "la culpa sólo en parte es mía y en parte lo es de los demás".
De lo que se trata es de morir o de matar, de morir o matar.

Fue aquella gitana que nos leyó el porvenir,
dijo "uno es el asesino y el otro el que va a morir".
Y salimos de allí y me miraste asustada y el miedo sonó en tu voz:
"antes de que tú me mates, prefiero matarme yo".

Y emprendiste así tu huida y yo corrí a mi habitación
y mezclé en una cuchara el polvo blanco y el marrón.
Y con la sangre aún resbalando te llamé desde ese hotel:
"Por favor, entiende que algo no funciona en mí muy bien".
Y al otro lado te oí llorar y yo seguí y no colgué,
y me suplicaste: "Déjame de una vez, déjame de una vez".

Y tus párpados cayendo se me antojan guillotinas,
y te observaré durmiendo y me pondré a susurrar:
"nuestras almas no conocen el reposo vida mía,
pero si hay algo que es cierto es que
te quiero un mundo entero con su belleza y su fealdad.
¿Por qué no puedes aceptar que esto no se trata más
que, amor mío, de morir o de matar, de morir o matar?"

Moriré, moriré, moriré ...
moriré, moriré y es lo único que sé.
Moriré, moriré ...
moriré y cuando lo haga al fin ya nada va a impedirme descansar
y así obtendré la santa paz que en vida no gocé jamás,
pues hasta morir la única opción siempre es matar, siempre matar...